¡Muy buenas amigos! En este artículo, quiero hablaros sobre mi viaje con Modes a Islandia y la vuelta a la isla en 10 días, buscando encuadres y huyendo de las nubes.
Día 1: Barcelona – Reikiavic. Llegar y besar el santo.
Es viernes y toca madrugar, nuestro vuelo sale a las 11am del Prat, tenemos que facturar y eso implica estar a las 8:30 en el aeropuerto.
Todo perfecto, por suerte en el avión tengo toda mi fila de asientos libre y puedo descansar bien.
Llegando a Islandia no veíamos otra cosa que nubes. Un mar de nubes que nos duró una hora de avión, ¡nos esperábamos lo peor! Pero… traemos los deberes hechos desde casa, sabíamos que a las 10 de la noche despejaría en el norte de la isla.
Llegamos, cogemos el coche, un Dacia Duster 4×4, y nos vamos hacia Borgarnes, lugar donde hemos reservado el hotel.
Dejamos los trastos y… ¡nos vamos ha hacer fotos! La carretera completamente helada, tenemos 130km hasta el punto de la foto. Kirkjufellsfoss.
Llegamos y está completamente nublado. ¿Se cumplirán los pronósticos?
Pues… ¡sí! tuvimos un montón de suerte!
¡Llegar de Barcelona y besar el santo! Aveces toca hacer kilómetros y sufrir un rato por carreteras heladas, para encontrar ese trozo de la isla que permita disfrutar de la dama verde.
Nos encendimos cómo las auroras y llegamos un poco tarde a casa.
Ahora…. a descansar. ¡Mañana a por más!
Día 2: Borgarnes – Faro de Kálfshamarsviti.
Tras el éxito del día anterior, decidimos dormir un poco más de la cuenta y salimos del hotel a las 8:30. Tenemos dos paradas importantes este día; Hvítserkur y el faro de Kálfshamarsviti.
Atravesamos una carretera de montaña con bastante nieve y viento fuerte. Parece que se esta despejando el día y conseguimos ver un rayo de sol. Tras varios kilómetros por la nacional 1, nos desviamos a la izquierda para visitar una formación rocosa con una forma parecida a la de un elefante. Hvítserkur.
Como anécdota; me dejé los filtros en el techo del coche y por suerte, al volver aún estaban ahí.
Teníamos hambre, y segundo día consecutivo con sandwich de salami. ¡La comida aquí es tremendamente cara!
Paramos a repostar gasoil, 1,90€ el litro, un poco mas que en España. Y de ahí, nos vamos al hotel a dejar las cosas y a un supermercado a comprar algo que cocinar, hoy cenamos de caliente.
De camino, nos encontramos a unos simpáticos caballos a los que les hacemos unas cuantas fotos.
Hace un día de perros, muchisimo viento, frío y encima esta nevando. Aún así, nos la jugamos a ir al faro, ¡una pasada de sitio!
Y de paso… también paramos en una iglesia muy chula.
Hoy la noche la pasamos en una casa en la que hemos alquilado una habitación y esta muy bien.
65.429186, -20.278621
Día 3: Faro de Kálfshamarsviti – Akureyri.
Amanecemos con una grandísima nevada que nos retraso bastante el viaje a Akureyri. Atravesamos dos puertos de montaña con una fuerte ventisca y niebla.
Llegamos a Akureyri y directamente nos fuimos a ver la cascada de Godafoss, una impresionante cascada con dos caidas de agua. De Akureyri a Godafoss hay un túnel de peaje (el único tramo de peaje en todo el camino) de unos 10€. Pero hay una carretera variante gratuita, que si la carretera no está muy mal os ahorraréis ese dinero y disfrutaréis de las vistas del fiordo.
Llegamos a Godafoss y allí nos quedamos a fotografiar el atardecer y se prometía una buena noche de auroras. Teníamos KP3 y bastante despejado.
Hice mil encuadres durante el atardecer y por la noche, nunca sabes cuando podrás ver una cosa así.
Día 4: Akureyri.
Amanecemos en Akureyri con una nevada considerable.
Anoche nos acostamos muy tarde porque la noche repleta de auroras lo merecía. Así que hoy tocaba descansar. Nos levantamos sobre las 9 de la mañana y nos vamos al Bonus a por comida. Modes tenía una entrevista de trabajo, así que mientras él estaba de videoconferencia preparé unas hamburguesas con una carne buenísima.
Nada más comer nos subimos al coche con la intención de fotografiar el atardecer en una de las cascadas más bonitas, y la que más me gustó de Islandia (Aldeyjarfoss). Con un acceso complicado en invierno, nos obligó a llevar los crampones durante unos 4 o 5 kilómetros.
¡El esfuerzo tuvo su recompensa! Menuda pasada de sitio. De esos que te quedarías observándolos sin parar. Unas columnas de basalto y una cascada repleta de hielo. Un sitio que me dejó sin palabras.
De ahí, un poco tarde ya, nos fuimos hacia nuestra casa de Akureyri si no antes parar para fotografiar algunas auroras que se veían entre las nubes. Teníamos un plano con una casa típica y con un tractor. Espero pronto poder editar esas fotos 🙂
Llegamos tarde, pero mañana no podíamos evitar el levantarnos pronto. El amanecer prometía.
Día 5: Seguimos en Akureyri y empezamos el viaje a Egilsstaðir.
Anoche nos acostamos tarde, aun así decidimos madrugar para ver el amanecer en Godafoss, de nuevo cruzamos el túnel de peaje porque íbamos bastante apurados.
Las nubes señalaban un buen amanecer.
Tras hacer unas fotos del amanecer, empezamos el viaje hacia Hofn. Quizá el día de más kilómetros del viaje y con unas vistas de escándalo. Este tramo de carretera se introduce un poco por el interior y más adelante discurre por los fiordos del este.
Al rato de salir de Godafoss vemos unos géiseres muy chulos en Hverir. Sitio que visitamos y nos llenamos bastante de lodo.
Al rato, intentamos desviarnos hacia una de las cascadas más caudalosas, pero… el camino esta cortado. Decidimos no jugárnosla ya que la barrera estaba a 30 kilómetros del sitio. Damos media vuelta y seguimos por la nacional 1.
En seguida llegamos Egilsstaðir, un pueblo con varias cascadas. Dejamos las maletas en nuestra habitación “Vínland Guesthouse” y nos dirigimos a Hengifoss. Una caminata bastante larga y bajo la lluvia que cuando llegamos estaba completamente congelada. Vamos, una decepción porque esa cascada es una auténtica maravilla.
Así que decimos bajar e ir a otra cascada, Gufufoss. Esta esta situada al lado de la carretera, y aunque estuviese llena de nieve, seguí siendo preciosa.
Tras hacer las fotos, empezó una grandísima nevada y ventisca que esa misma madrugada tuvieron que cortar el acceso.
Día 6: Egilsstaðir a Höfn.
Nos levantamos prontito, hoy toca recorrer una de las carreteras más bonitas, la de los fiordos.
Al ratito de emprender el viaje, con un viento impresionante, decimos desviarnos hacia un cañón con columnas de basalto muy chulo. Allí tenemos la anécdota de rescatar a unas chicas que se habían salido del camino y no podían sacar su Vitara. Empezamos a parar a la gente que pasaba y entre unas 15 personas logramos empujarlo.
Poco después, y ya en la carretera de los fiordos, vemos un “farito” rojo y nos paramos a hacer fotos. Con el már muy bravo salieron unas fotos muy chulas.
Por esa carretera vemos varios puntos muy chulos, lástima que sean terrenos privados… Pero…. a pocos kilómetros de Stokness encontramos un punto que debemos fotografiar. ¡Una montaña reflejada en un charco!
Y un poco más adelante una cascado doble con un valle enorme.
Llegamos a Höfn y a nuestro hotel, aquí nos quedaremos dos noches.
Día 7: Höfn. El día de la pesadilla.
Sabíamos que esto podría pasar, pero el día de Stockness… Todos los días teníamos nevadas y ventisca, pero lo de este día fue impresionante. No pudimos salir del hotel. Vientos huracanados acompañados de nieve y frío.
La noche anterior intentamos hacer alguna foto en Stockness, pero era imposible. ¡El viento se nos llevaba! Y… hoy era igual o peor. De hecho, nos levantamos a las 6am para ir a ver amanecer en la “Playa de los diamantes”, poca cosa pudimos hacer.
Tras estar todo el día en el hotel, decidimos salir al supermercado y de paso… probamos suerte en Stokness a sabiendas de que poco sacaríamos. El viento me obligaba a hacer exposiciones de no más de 2-3 segundos porque era imposible por el temporal.
Mejor nos vamos a dormir, ya volveremos a Islandia y me quitaré la espinita de Stockness y la playa de los icebergs.
Día 8: Höfn – Vick.
Amanece nevando, casi como de costumbre. Hoy toca proseguir el viaje, nos quedan muchas cosas por ver. Pasamos por la playa de los icebergs y… sigue nevando!! Ya volveremos a Stokkness para verlo como queremos.
Al rato de hacer kilómetros el cielo se despeja, dejamos las nubes en Höfn. Justo al lado de la carretera nos encontramos con una montaña entre nubes preciosa.
Poco más adelante vemos un acceso hacia una cascada que nos llama muchísimo la atención.
Llegamos a Vik, toca ver su famosa iglesia y comprar provisiones en el Bonus.
Tenemos que pasar por la casa de esta noche para hacer una merienda-cena. Queremos ir a ver atardecer a Seljalandsfoss.
Que viaje tan interesante, mándanos todas auroras que veas.
Son espectaculares.